Juan José Parreño, sufrió una sepsis y recibió mucha sangre

Soy donante de sangre desde hace 25 años en Terrassa y el año pasado fui yo el que necesité sangre. Me operaron de una diverticulitis aguda perforada, que se convirtió en peritonitis y sufrí una sepsis general, y casi no lo explico. Tuve fibrilación auricular  y ventricular, y parada cardiorespiratoria. Por suerte, me pasó en el quirófano porque sino, igual no lo supero.

Estuve 5 días en la UCI que tengo en blanco. Quien sufrió más durante estos días fue mi familia. El 14 de setiembre del año pasado desperté, yo digo siempre que volví a nacer.

Me pusieron dos días las palas de reanimación

No sé cuantas bolsas de sangre me pusieron. Y luego en la planta, me pusieron 2 o 3 bolsas más. Eso sí, muy despacito para que no tuviera problemas cardiológicos.

Estuve dos meses y medio ingresado. Me contaron que solamente se salva de una fibrilación ventricular un 13% de los que la sufren. Me operaron el 9 de septiembre por la tarde y acabaron el martes 11 por la noche. Esos dos días me mantuvieron abierto en la UCI. Me pusieron 7 veces las palas de reanimación, 6 veces el domingo, y 1 más el lunes porque hice otra parada. Y esperaron a que me estabilizara. Por eso me salvé. Mi caso era comentado en las reuniones de equipo y vinieron a verme algún médico y alguna enfermera de otras plantas.

Nunca piensas que te va a pasar a ti

Yo, de joven, había empezado a donar sangre por una compañera de trabajo que tuvo un problema. Y a partir de entonces, seguí. Pero jamás pensé que yo necesitaría sangre. Daba sangre pensando en los otros. De echo, la última vez que fui a donar sangre fue el 31 de juliol, por eso decía que casi casi podía ser mi sangre la que me pusieron, ya que el susto fue en setiembre. Nunca piensas que te va a pasar a ti, que vas a estar así. Jamás lo hubiera pensado. Y ahora sé que nunca se sabe.

Mentalmente siempre he sido positivo, es muy importante

También sé que mentalmente siempre he sido positivo, durante todo el proceso, porque es muy importante. Primero por mí, pero también por mi familia. Cuando me venían a ver, yo sabía que tenía que estar positivo porque a mi no me dolía nada y yo sabía que ellos habían sufrido muchísimo. Y si encima venían, y yo estaba mal, no podía ser.

Y porque yo partía de cero, por lo que me había pasado: peor no iba a estar. Ahora estoy bastante bien, haciendo rehabilitación. Cuando desperté de la UCI estaba hinchado y a penas movía las manos. Y poco a poco he ido recuperando la movilidad y el estado de salud. Y soy consciente que tengo dos fechas de nacimiento. Por lo que estoy agradecido a todos los que lo han hecho posible.